viernes, 27 de febrero de 2009

SESIÓN TREINTA Y DOS

JORGE: "Soy el fantasma y el que se asusta del fantasma. Una especie de noche plena, sin amanecer". Tenemos miedo de nosotros mismos y esa es una condición humana, sólo nos amamos a nosotros mismos y esa es otra condición humana, así que no padecer de miedo continuo y amar a alguien más que a uno mismo o a los humanos en general, es un grado de civilización que no alcanza cualquiera. A mí me gustaría alcanzar...
PSICOANALISTA: A veces intentando alcanzar lo inalcanzable se deja de lado lo alcanzable.
JORGE: Mi idealismo a veces me dejó en la cuneta en plena carrera, mi prefeccionismo en el trabajo y mi ideal de humano me hizo abandonar muchos trabajos antes de comenzarlos y muchas conversaciones una vez iniciadas...amo a los hombres capaces de cierta humanidad aun no teniendo a nadie a su favor...hoy hablando con un amigo...amigo es lo que decimos cuando se trata de una persona que conoces desde hace tiempo y con el que sueles hablar de mujeres , de la familia y haces bromas de todo aquello...que envidiamos...me preguntó cuánto pagaba por sesión, se lo dije y se quedó asombrado, comenzó a hablar mal del psicoanálisis...a decir que era muy caro...cuando dijo eso yo le dije que el psicoanálisis no se puede comprar que hay que hacerlo, que lo que pago es por el trabajo de un psicoanalista...ahí se quedó pensativo y yo proseguí, cuando dices caro es porque lo comparas con otra cosa o con tu bolsillo. Su bolsillo no tiene fondo, produce mucho dinero y lo gasta , literalmente lo gasta, lo deshace, nunca puede invertir en nada...sólo lo funde, parece el fundidor de dinero..., es como si lo necesitara, es una compulsión al gasto...todos los días se compra algo que nunca utiliza, ya sea ropa para él, que nunca se pone, ya sean objetos de regalo para otros que nunca regala, ¡es terrible!, nunca había pensado en él así, le aceptaba y nunca me hacía preguntas sobre su manera de pensar y de vivir..., necesita la ayuda de un psicoanalista...tal vez cuando me preguntó sólo era una señal de su deseo de analizarse...bueno, le pasaré el teléfono de un psicoanalista...le daré el teléfono de dos psicoanalistas, el de mi psicoanalista y el de un psicoanalista que he conocido en la Escuela...lo digo para que tenga donde elegir, a él lo que más le gusta de comprar es tomar la decisión entre un traje u otro, entre un regalo u otro, yo nunca le he visto, lo digo por lo que él cuenta...¡es curioso, tiene que ir solo a comprar, nadie le puede acompañar, y cuando está de compras no te puede atender el teléfono! ¡Cuántas manías!
PSICOANALISTA: ¿Y a usted qué le pasa?
JORGE: ¿Cree que hablo de mi amigo para no hablar de mis propias compulsiones?...a veces no puedo dormir...todo lo que empiezo lo tengo que terminar...comienzo un libro y hasta que no lo termino...parezco terminator...comienzo un trabajo y lo mismo...creo que Lola me abandonó...se alejó...puso distancia entre nosotros...algún día lo pensaré más detenidamente qué es lo que Lola hizo conmigo, pero no toleraba que no pudiera dejar de ver una película iniciada..., no puedo ni grabarla y verla después...¡lo que empiezo lo acabo y ya está!
PSICOANALISTA: Como la vida misma, empieza y termina...
JORGE: Cuando era un púber no quería dormir, quería vivir todo seguido, sin interrupción...cuando alguien me enseñaba algo no toleraba que lo dejara a medias...¡cómo sufría! ...en aquella época conocí la muerte de cerca...un amigo mío, dos años menor...se enfermó de leucemia y en menos de un año murió...fue terrible..se quedó a medias...no habíamos comenzado a vivir...la muerte podía llegar a cuaqluier edad...yo antes de aquello pensaba que la muerte era cosa de enfermos y de viejos...aunque para mí los mayores de 16 años eran muy mayores, eran los ancianos que yo consideraba...porque los ancianos de verdad me querían mucho y yo a ellos...pero los de 16 años siempre nos maltrataban, no nos dejaban estar cerca de ellos...¿No me dirá que no toleraba dejar las cosas sin terminar porque no quería morir antes de envejecer?
PSICOANALISTA: Eso lo ha dicho usted...
JORGE: Puede ser... el miedo que me da mi cuerpo es que se detenga en medio de la vida, ¡es horroroso morirse! No me gustaba vivir para no tener que abandonar algo que me gustaba..., ahora me gusta vivir porque no tengo más que una vida...aunque vivo varias vidas, cada día comienza la vida para mí, ¡Es tan gozoso vivir!...¡He pasado de miedo a vivir a vivir de miedo! Una vida es muy poca cosa, apenas algo más que un ciclón en los mares, ¡atraído por mi propio barro, vivo como si viviera para siempre!
PSICOANALISTA: ¿Continuamos la próxima?
JORGE: Sí, gracias, doctor.
Jorge no quería llegar tarde al Auditorio, era un concierto que llevaba esperando años, así que mientras se iba acercando pensó "para dar el próximo paso, tengo que desconocerme a mí mismo, ¡quiero vivir como vivo, ésa es toda mi exageración!"

1 comentario:

  1. Hola Psicoanalisis y psicoanalisis, me pareció genial la frase: ¡He pasado de miedo a vivir a vivir de miedo! Qué genial, justo con las mismas palabras y lo qu edigo es una u otra vida. Por cierto, tienes un premio en mi blog, te digo que debes hacer. Primero guardas la imagen del premio en tu ordenador, después vas a diseña, añadir un gadget, imagenes, ahí puedes escribir lo que quieras a pie de foto, en el enlace suele poner el del blog que te premia, en este caso: http://alejandramenassa.blogspot.com, y ya está, luego si quieres cambiarlo de lugar, te pones sobre el gadget con el cursor y lo desplazas donde quieras en la columna lateral.

    ResponderEliminar