viernes, 20 de febrero de 2009

SESIÓN VEINTISIETE

JORGE: Estoy un poco mudo, quiero decir que hoy tengo miedo a las palabras que puedan salir por mi boca, ¡ja,ja! digo salir como si estuvieran dentro..., soy una fábrica de palabras, las palabras se hacen cuando se pronuncian...tenemos tantas opiniones, estamos sitiados por ellas, somos prisioneros de la palabra y eso nos da libertad, pero a veces somos prisioneros de nuestros sentimientos, de nuestros miedos, de nuestras pasiones...seguro que hablo de esto porque hoy quisiera hablar para los hombres y las mujeres futuros, para aquellos que algún día...dentro de doscientos años no estaremos aquí sobre la tierra ninguno de los que hoy estamos...esta cifra doscientos me hace pensar en un chiste, uno dice: mejor no haber nacido tal, y otro contesta: pero eso sólo ocurre una vez de cada doscientas...no tiene gracia cuando es uno el protagonista...también está el chiste histórico de vivir doscientos años...eso sí que me haría famoso, querrían saber todo sobre mí...pensar que sería más célebre que...bueno célebre no es lo mismo que famoso, la fama arrasa la memoria, la celebridad la asegura...
PSICOANALISTA: ¿Ser un caso escrito o un caso hablado?
JORGE: Un caso hablado no puedo ser, está el secreto profesional, pero supongamos que yo le diera permiso para hablar de mi caso..., sería yo el que le haría famoso a usted...¿o célebre?...si escribiera mi caso y fuera un gran escritor...porque la celebridad no sería por el contenido solamente...claro que...en ningún caso sería yo el protagonista...caso, caso, caso, casarse o no casarse, nadie me hace caso, me refiero a ninguna mujer, porque todas dicen que me aman pero ninguna me lo muestra... todas me exigen que me comporte de una manera determinada, que esté a su disposición..., si digo algo que no les agrada me recompensan con varios castigos, en cambio ellas pueden maltratarme, ofenderme, negarse a hacer el amor...si yo me negase...ni se me ocurre, sé que sería una catástrofe, que se vengarían hasta el infinito...¿no lo estaré diciendo porque usted me cambió la hora la sesión pasada?
PSICOANALISTA: Si a usted le parece...
JORGE: Nunca pensé que yo fuera tan vengativo, bueno...muchas veves me encuentro pensando que si hago tal cosa pasaría tal otra, y siempre se refiere a ganar a alguien en alguna competencia, en algo conseguido...lo que me gusta es ganar a todo el mundo...¡no tolero ni ser adelantado en la carretera!...por eso me he comprado uno de los coches más potentes y rápidos del mercado...y cuando disminuyo la velocidad miro al que me adelanta con cara de "perdona vidas", ¡soy un estúpido!
PSICOANALISTA: ¿Tal vez prefiere ser estúpido que vengativo?
JORGE: Vengativo...como Hamlet...parecía que no podía vengarse y al final no deja a nadie vivo..para Freud Hamlet tiene las mismas raíces que Edipo rey , dice que mientras en Edipo son deseos que se realizan como en el sueño, en Hamlet son deseos reprimidos, sólo se pueden ver por su acción en la realidad, por eso que los estudios, que se han hecho sobre él, están muy limitados, desde el de Goethe que habla de la palidez de su pensamiento, piensa que la actividad está dominada por un desarrollo excesivo de pensamiento , pero en realidad no puede vengarse de un hombre, su tío Claudio, que ha matado a su padre y se ha casado con su madre, el horror que debería impulsarlo a la venganza, le lleva a los remordimientos y a los escrúpulos de conciencia. En mí la venganza es lo excesivo...ahí se muestra mi neurosis, usted no faltó simplemente me cambió el horario, sin embargo mis impulsos vengativos se pusieron en marcha...ahora me siento culpable...culpable de existir...como Hamlet soy culpable de ser, "ser o no ser, esa es la cuestión. Es una noble señal sufrir las huellas golpeantes de la injusta fortuna o rebelarme contra esa multitud de males. Morir, dormir, nada más. Es por ese sueño decir que ponemos término a las angustias del corazón , y a esa multitud de llagas y de dolor." ¿Mis sentimientos serán acaso pura dramatización? A veces más que sentimientos padezco de la idea de tenerlos..., pienso..ahora tendría que sentir celos,...ahora dolor...ahora amor...la verdad es que mis sentimientos son más mentales que sentimentales...las mujeres me acusan de "indiferente" y lo dicen con un tono que da a entender algo diferente...unas veces me parece que dicen "despectivo", otras me parece que dicen "cruel", pero yo no siento nada...bueno desde que he comenzado a analizarme tengo algunas sensaciones corporales, como ráfagas de felicidad...tal vez yo era el espectro de mi padre...todavía vivo buscando venganza...de haber nacido hombre.
PSICOANALISTA: ¡Hombre!
JORGE: No vaya a creer que lo digo porque me hubiera gustado más nacer mujer, eso no me importa, me refiero a haber nacido humano...,de joven pensaba...¿y si hubiera nacido caballo? ¿y si hormiga? ¿y si elefante, león, hipopótamo, árbol, pájaro, pez,..? Incluso llegué a pensar que era un personaje del sueño de otro...o bien, que era yo el que estaba soñando y todo, incluido yo, éramos de pasta onírica...no me diga nada...ya sé que estaría huyendo de ser mortal...todo esto debe ser porque el día que usted me cambió la hora firmé un nuevo contrato que me reportará una considerable cantidad de dinero... y también... me anoté en un taller de pintura...eso me hace temblar, ¡qué emoción me produce! Como puede ver, el hueco de su ausencia fue muy productivo.
PSICOANALISTA: Continuamos la próxima.
JORGE: Continuamos la próxima, doctor, gracias.
Jorge caminaba lentamente, cuando escuchó una noticia sobre el juez Garzón, estaba hospitalizado, ¿un infarto? ¿hipertensión?, y pensó "un hombre como el juez, y muchos otros, tan poderosos como él, y desconocen el poder del psicoanálisis en casos como éste. Lleva una investigación con más de 37 implicados, son muchos enemigos, ¡casi se le rompe el corazón!, ¿habrá descubierto en la trama a algún amigo?. ¡menos mal que mi psicoanalista se psicoanaliza! "

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