lunes, 23 de febrero de 2009

SESIÓN VEINTINUEVE

JORGE: Los miserables hace veinte siglos que están en rebelión y todavía no pasó nada, me parece que se tendrían que rebelar los sabios...pero los sabios no tienen ilusiones tienen deseos, no sé hacia donde va el mundo...a veces su cotización sube hasta alturas que nadie esperaba...pero entre los humanos todo es muy fálico, todo lo que sube decae...somos como esos relojes blandos de Dalí...que parecen...sé que estoy hablando del mío, de la rebelión de los impotentes...¿sería mejor la rebelión de los potentes?...si la potencia no fuera tan vanagloriada la caída sería otra forma de potencia...pero quién va a renunciar a la juventud de la piel aunque sepamos que la juventud adviene con el saber, quién va a renunciar a brillar de manera individual aunque sepamos que la inteligencia no es un hecho solitario...
PSICOANALISTA: ¿Tal vez preferiría poder solo?
JORGE: Si digo que no, mentiría, pero también sé que es imposible..., así que mejor que sea con usted...aunque me asusta que sea vulnerable, frágil, mortal...
PSICOANALISTA: También tengo mi fortaleza...
JORGE: Sí, ya lo sé, su fortaleza es el psicoanálisis, su fuerza y su castillo, nunca he conocido a nadie que tenga una relación como la suya con el psicoanálisis...a mí me gustaría tener esa potencia que se ve en usted...está seguro del psicoanálisis...tal vez si creyera, si estuviera seguro de que la mujer desea...pero siempre dudo...y no sé porqué...no creerlo sería injusto con la mujer...es un ser humano, seguro que desea...y si el deseo desea deseos u objetos nunca sidos, quiero decir objetos fantasmáticos, objetos previamente deseados..., ¿tal vez no dejo que ella desee mi deseo? ¿no tolero que ame en mí, otros amores? ¿no tolero pertenecer a esa serie de amores? Soy celoso del pasado....ahora entiendo una frase que escuché en una película, una película muy instructiva en estas cuestiones del amor, se titula ¿infidelidad?, y un personaje decía: "lo que se traiciona en el amor es el pasado"
PSICOANALISTA: ¡Traicionar su propio pasado!
JORGE: Sí, eso es lo peor, ¡ser otro cada vez!, en esa misma película otro personaje decía: "en el sexo las reglas que hay que saltarse son nuestras propias reglas"
PSICOANALISTA: Tal vez para analizarse también, ¿no le parece?
JORGE; Sí, y para trabajar, para pintar...es increíble lo de pintar...yo siempre había creído que se nacía pintor...vamos que el artista nacía que no se hacía...¡ja,ja! saltarme esa regla me permitió anotarme en un taller de pintura....y a mi edad...según en qué teoría vivas, en qué ideología, así es tu vida...¡tengo tantas ideas que trabajar!...tengo que atentar contra mí mismo...primero tengo que averiguar qué pienso...sobre el sexo, sobre el arte, sobre el trabajo, sobre la amistad...sobre el psicoanálisis mismo...sobre los hombres, sobre las mujeres....sobre la juventud, sobre la vejez...¿qué es vivir? ¿qué es morir? ¿qué es terminar?
PSICOANALISTA: ¿Continuamos la próxima?
JORGE: Después de esta "larga" lista tengo más que suficiente, gracias, doctor, por atenderme.
Jorge más que caminar paseaba lentamente calle abajo, cuando pensó "dejaré que el horror me corroa para poder comenzar a conversar, ¡mi psicoanalista no le teme a las palabras, no le teme a las transformaciones...sabe que más allá del hombre sólo hay otro hombre"

No hay comentarios:

Publicar un comentario