martes, 20 de enero de 2009

TERCERA SESIÓN

Esta vez, Jorge, se tumbó en el diván con parsimonia, se tomó unos minutos de silencio y comenzó a hablar como si fuera su primera vez.
JORGE: Usted no sabe que yo trabajo para muchas empresas, desde aeropuertos, hospitales, fundaciones, campos de fútbol, digamos grandes empresas, hasta pequeñas empresas...Las cosas nunca son como uno las imagina, por ejemplo, imaginaba que me encontraría con ese paciente...
PSICOANALISTA: Parece que no se había imaginado como paciente de psicoanálisis.
JORGE: La verdad es que me gusta más competir y ganar que trabajar...¿se ha dado cuenta?... ya quería competir con alguno de sus pacientes...sí, tal vez pueda competir conmigo mismo y hacerme más competente...aunque yo soy... en lo mío...estoy entre los mejores.
PSICOANALISTA: Tal vez por eso quiera competir ...en el campo de los otros.
JORGE: ¿Usted cree que quiero competir con usted?
PSICOANALISTA: Buenos, eso lo ha dicho usted.
JORGE: Puede ser, a mí me gusta competir con todos los que de alguna manera están en alguna relación conmigo... vamos que siempre me mido con los demás...¡ja,ja,ja!, mi amigo el que se psicoanaliza con usted, no quiero decir su nombre para que usted no se confunda, ¿sabe?
PSICOANALISTA: Yo ya estoy confundido, no es necesario que se preocupe.
JORGE: ¡Qué chistoso que es usted! No me diga nada, ésta es mi sesión y según mi amigo es toda para mí, ¡ah! lo que quería decir es que mi amigo me diría que siempre "me la mido"...debe ser porque, a pesar de que todas las mujeres dicen que no, yo creo que la tengo pequeña, o al menos está igual desde que cumplí los 15.
PSICOANALISTA: Todas las mujeres...
JORGE: Por qué me dice eso, no me cree, o es porque he dicho todas y sólo son algunas, bueno, qué quisquillosos que son los psicoanalistas, me refería a las mujeres que han estado conmigo.
PSICOANALISTA: Me parece que usted no sabe si yo estoy con usted o si usted está conmigo.
JORGE: Las mujeres que han estado conmigo no sé si estaban, pero tampoco sé si yo he estado con ellas... bueno, aquí es diferente..., hay un contrato, yo pago para que usted esté conmigo, y yo estoy con usted porque pago....no me haga pensar...esta es una relación económica y comercial...nadie está con nadie....como las relaciones amorosas... son relaciones en las que nadie está con nadie, auqnue estén juntos....sabe que llevaba viviendo con la misma mujer desde hacía 15 años, hasta que pasó lo que pasó....todavía no puedo hablar de ello...tal vez...tal vez...
PSICOANALISTA: ¿Continuamos la próxima?
JORGE: ¿Cuándo? ¿Pueden ser dos sesiones por semana, el mismo día de la semana, algo así como las dos sesiones de hoy?
PSICOANALISTA: De acuerdo, le espero la próxima.
JORGE: ¿Por qué me dice que me va a esperar, es que no cree que venga? ¡Ah, es cierto, no podré venir al primer horario! ¿Puede darme hora... para mañana?
Suena el timbre muy suavemente.
JORGE: ¡Qué delicado!
Acuerdan el próximo encuentro y Jorge va precipitadamente hacia la puerta. Cuando la puerta se abre no hay nadie.
JORGE: Éste si que no quiere ver la cara de ningún otro paciente...se creerá único...¡ja,ja!
PSICOANALISTA: Madre sólo hay una, aunque en cada familia, de lo demás siempre hay más de uno.
JORGE: Quiere decir que cuando queremos que una relación sea única es que queremos una relación maternal...
PSICOANALISTA: Hasta la próxima
JORGE: Hasta la próxima
Jorge entró en el ascensor y observó la sombra del próximo paciente, se quedó pensando que le hubiera gustado saber si era hombre o mujer.

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