martes, 27 de enero de 2009

NOVENA SESIÓN

Con las piernas muy separadas la una de la otra y los brazos extendidos en forma de cruz llevaba Jorge unos minutos en el diván.
JORGE: ...siempre me humillan las pequeñas necesidades, es cuando me doy cuenta de cuánto dependo y de cuántas personas. No sé porqué me humilla..., todo lo que hacen por mí lo he pagado previamente...o mensualmente.
PSICOANALISTA: Tal vez le humilla depender de mi trabajo.
JORGE: Sí, a veces lo pienso, ¡parece tan frágil! ¡Viaja demasiado! Tendría que tener más cuidado, tener en cuenta todas la personas que dependemos de usted. Cuando tuve noticias de su último viaje hice un sueño esclarecedor: Yo viajaba, pero no en un avión, ni tren, ni coche, era como en una burbuja llena de agua, y yo respiraba tranquilamente, se movía contínuamente y se detenía cada rato haciendo un ruido como si alguien resoplase...¡ja,ja,ja! me acabo de dar cuenta que viajaba en la bolsa amniótica, la madre es el primer medio de locomoción, el primer transporte público...no sé porqué he dicho público...debe ser porque es el mismo transporte que el de mis hermanos...me desperté sobresaltado cuando tuve que salir de la burbuja, cuando empeza a respirar aire...después volví a dormirme y retomé el sueño, cuando salía de la burbuja era gracias a su mano, agarraba la mía y me ayudaba a poner mis pies sobre la tierra.
PSICOANALISTA: ¿Por qué era esclarecedor?
JORGE: Mi hermano me dijo que usted viajaba, no entiendo porqué el sabía lo que yo no sabía todavía... fue esclarecedor para mí saber que él me vio nacer a mí y yo nunca le veré nacer a él.
PSICOANALISTA: Bueno, tal vez se nace muchas veces, aunque se muera una sola vez.
JORGE: Sí, la verdad es que yo he visto nacer muchas veces a mi hermano...Por cierto, el sábado estuve en una conferencia que hablaban de la segunda muerte..de entre-dos-muertes... no sé si entendí, pero llegué a una conclusión, comenzamos a vivir cuando sabemos que somos mortales y nuestra vida es la que hacemos entre ese nacer y la segunda muerte, que es la verdadera desconocida, de la que nunca seremos testigos, la muerte que nos nadifica, "Dormir, soñar, ¿quizás?" como diría Hamlet. La muerte es la transformación que suspende toda transforamción. Es la que termina con todos los sufrimientos y es la que la religión plantea como sufrimiento eterno.
PSICOANALISTA: Parece que hoy no quiere llegar al fin de la sesión.
JORGE: Sí, cuando comienza la sesión, ya se sabe que va a terminar, es como la vida misma...mi padre murió y no creía que iba a morir...ni él ni yo creíamos que iba a morir...no sé, se ha escrito tanto sobre el momento de la muerte, se dice que pasa toda tu vida por delante de tus ojos...será para negar que la muerte para el muerto no existe...como el fin de la sesión, a veces quiero saber antes y nunca lo consigo...siempre es una sorpresa cuando me dice: continuamos la próxima.
PSICOANALISTA: Todavía estoy vivo. ¿Continuamos la próxima?
Jorge se levantó haciendo un alto en el momento de sentarse en el diván y hace un gesto de complicidad señalando que está sentado.
JORGE: Hay un instante donde parecemos iguales, ¿no le parece?.
PSICOANALISTA: Yo siempre soy usted, mientras estamos en su sesión. También somos iguales en cuanto los dos estamos vivos.
Jorge cuando se cerró la puerta, a sus espaldas, pensó, "a mí me gustaría ser él...para no perderle...tal vez mi psicoanalsita tenga razón, el muerto es mi padre, él y yo todavía estamos vivos, no es necesario suicidarse, la muerte viene sola, aunque no la llames" .

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