miércoles, 21 de enero de 2009

Jorge intentaba no escuchar detrás de la puerta pero sus intentos no ganaban a sus deseos de saber qué y cómo hablaba su psicoanalista cuando él no estaba presente.
PSICOANALISTA: De acuerdo, entonces el viernes a las 12. Un saludo
VOZ DESCONOCIDA: A mí hace mucho tiempo que no me llama ningún paciente.
PSICOANALISTA: Pero, alguien el llamará.
VOZ DESCONOCIDA: ¿Qué quiere decir, que me llaman y yo no contesto? Eso no es así, a mí sólo me llama gente que me pregunta por los honorarios, por la diferencia entre psicología, psiquiatría y psicoanálisis, etc. Sólo me preguntan por los inconvenientes, en cambio, lo acabo de ver, a usted le llaman para pedirle un horario.
PSICOANALISTA: A lo mejor, yo estoy de acuerdo con psicoanalizarme y usted todavía tiene inconvenientes.
VOZ DESCONOCIDA: ¿Quiere decir que si yo cambio también cambiarán los pacientes que me llaman? ¡Uy, eso que decía que no me llamaban...!, claro porque espero que me llamen de una manera determinada..
PSICOANALISTA: Tal vez, como usted llamó.
VOZ DESCONOCIDA: Sí, yo había tardado dos años en decidirme, pero cuando le llamé lo hice como si la decisión la hubiera tomado en ese momento. Recuerdo que le dije que quería analizarme y que me diera hora.
PSICOANALISTA: Bueno, ya tiene la hora, nos vemos la próxima.
VOZ DESCONOCIDA: ¡Ja,Ja! Ahora llevo dos años y parece que estoy por comenzar.
PSICOANALISTA: Es como la vida misma...todo comienza hoy.
La puerta se abrió y ante los ojos de Jorge apareció lo esperado. Se puso a un lado para ceder el paso, dijo un hola, y entró sin más preámbulos.
Cuando se tumbó en el diván el psicoanalista todavía no había llegado.
JORGE: Hoy llega tarde usted.., ya sabe que la sesión comience cada vez.. ¿he entendido bien? ¿no? ¿esto será para el paciente y para el psicoanalista? ¿no es así?. Y hablando de otra cosa, ayer viendo un reportaje que hablaban de Alex de la Iglesia y de una periodista corresponsal en el extranjero, iban haciendo un reportaje paralelo y al final hacían que se encontraran, pero lo que más me llamó la atención es que Alex piensa que porque hace películas de entretenimiento no trasmite ideología, ¡qué ingenuidad! Ya se lo había escuchado a otros directores de cine, hablan de una no intención como si no fuera una intención, la verdad es que tener la intención de no tener otra intención que entretener..., además entretener quiere decir tener entre...
PSICOANALISTA: Usted escuchó detrás de la puerta aunque tuvo la intención de no escuchar.
JORGE: Sí, siempre nos creemos mejores que los demás, más mejores o menos mejores, aunque sea más humildes, con menos intenciones... la corresponsal era diferente, estaba más implicada... el paciente anterior sí que estaba implicado con el psicoanálisis, ya es psicoanalista ¿no?
PSICOANALISTA: Trabajo de psicoanalista desde hace más de 10 años.
JORGE: Me gustaría poder conversar como usted..o como un director de cine, no recuerdo su nombre, que decía que el discurso de sus personajes no era forzosamente el de su película. Sí, lo que se dice no sólo se dice con palabras, se muestra con los personajes, también está lo que se dice entre palabras. ¿Ha visto una película que se llama ¿Infidelidad? ?, en ella se puede ver que es la puntuación, porque hasta la interrogacción ya indica que una infidelidad no es sólo porque lo parezca, y después es toda una manera de pensar las relaciones entre las personas, ya sean las relaciones amorosas, las relaciones amistosas....lo nuestro doctor ¿qué tipo de relación es? ¿qué es usted para mí? ¿qué soy para usted ? ¿No me dice nada?
PSICOANALISTA : A mí me parece que yo para usted soy un psicoanalista y usted para mí es un paciente.
JORGE: Eso está claro, pero el psicoanalsita que usted es para mí no lo es para ningún otro paciente, y el paciente que yo soy para usted no lo soy como ningún otro paciente.
PSICOANALISTA: Sí, nadie es idéntico ni a sí mismo. Continuamos la próxima.
JORGE: Hoy no nos ha molestado ningún otro paciente.
PSICOANALISTA: ¿Le parece que ha sido una molestia terminar la sesión?
JORGE: No, me parece bien, tal vez era yo el que quería molestarlo...para ser diferente.
PSICOANALISTA: Ya somos diferentes, ahora se trata de ser alguna otra cosa.
Jorge salió con una sonrisa y no se dio cuenta que había una mujer en la puerta hasta que tropezó con ella. Pidió perdón atropelladamente y se fue pensando "¿cómo sería ser paciente del doctor siendo una mujer?"

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