viernes, 13 de marzo de 2009

SESIÓN TREINTA Y NUEVE

JORGE: No espero nada para no desesperar, no conozco para no desconocer, no me encuentro para que no se produzca el desencuentro...así podría decir lo que hago sin hacer y digo sin decir...no sé cuanto tiempo podré sostener la conversación que mantengo con mis contemporáneos...mis amigos me refiero...yo vivo a años luz de aquella tarde fría en que tomé tierra y nombre propio...¿habré nacido? No sólo nacemos por el canal del parto, primero nacemos por el canal del lenguaje, años después comprendo que hube de haber nacido, algo así como "habré nacido", futuro anterior, sólo cuando veo nacer a otro que yo mismo..., a mí no puedo verme.., sólo me veo en el otro..., cuando entiendo que yo habré nacido igual que ese otro que ahora veo está naciendo...
PSICOANALISTA: No sé porqué usted piensa que todos los pacientes son menores que usted.
JORGE: ¿Usted cree que yo estoy hablando del paciente con el que me he cruzado cuando entraba a mi sesión?
PSICOANALISTA: Bueno, eso lo está diciendo usted
JORGE: Lo digo yo pero usted lo ha sugerido
PSICOANALISTA: ¿Y qué le parece la sugerencia?
JORGE: Yo pensaba que los psicoanalistas no sugerían, que interpretaban
PSICOANALISTA: ¿Y qué le parece la interpretación?
JORGE: ...me recordó a la primera vez que me crucé con otro paciente...he dicho otro paciente, eso quiere decir que me reconozco como paciente...¡cuántas veces se tiene que repetir algo en mí para que lo aprehenda! Dicen que la tercera vez es la primera, y que también la decimotercera vez es la primera...si determina el futuro tendrá que ser siempre así...a saber cuándo realmente me reconoceré como paciente...de psicoanálisis...también tengo que aprender...¿se aprende?, se aprenda o no se aprenda, tendría que saber ser paciente de la realidad, no tanto esperarla sino aceptarla cuando llega y sea del color que sea...¡qué fuerte!. En una vida pasa de todo...hasta pasamos nosotros...y no me refiero a usted...¿o sí? A veces pienso...y si mi psicoanalista muere antes que yo...¿qué haré? He conocido a una persona que está a punto de morir, está en una enfermedad terminal, y mientras yo esperaba, iba de acompañante, y él esperaba, se puso a hablar de sí mismo, hacía unos años, no recuerdo cuantos dijo, su psicoanalista había muerto y no había podido retomar su análisis, sus padres se habían ido a vivir a otros países, cada uno a uno diferente, sus hermanos vivían lejos, y por último hacía 6 meses que su mujer le había echado de casa y tirado todos sus libros y sus escritos...¡se había hecho abandonar por todos! Cuando no reconocemos nuestras pérdidas...terminamos perdiendo...terminamos perdidos...podemos llegar a perder la vida...¡qué horror, el hombre! ¡sueño de una sombra, el hombre! Vivimos asombrados, a-sombrados, a la sombra del objeto a, del objeto causa del deseo, aunque no lo sepamos..., nunca vamos a saber conscientemente, pero hay saber inconsciente...sabemos sin saber que sabemos...sabemos que somos mortales...
PSICOANALISTA: ¿Perder o que nos pierdan?
JORGE: Hay un chiste acerca de un esposo que le dice a su esposa: cuando enviudemos viajaré a Venecia...o algo así...entiendo que cada uno cree que los que mueren son los otros, todos somos inmortales para poder vivir y todos somos mortales para poder vivir...creía que iba a decir para poder morir, pero no, sólo sabemos vivir, morir es ese punto final de la vida, morir pertenece más a la vida que a la muerte...a la muerte nadie la ha visto...ni la verá nadie...si la viéramos seríamos inmortales...todas las frases aluden a ello...decir "tengo miedo a la muerte" indica que la conoces y la temes, y eso no puede ser así sin ser inmortal...son frases obsesivas...los obsesivos están obsesionados, quieren saber...saber qué es un padre, saber qué es la muerte...no quieren saber qué lugar ocupa un padre en cada sujeto, ni qué lugar ocupa la muerte...qué importante pensar los lugares...
PSICOANALISTA: ¿El lugar del psicoaanlista y el lugar del paciente?
JORGE: Sí, sí, porque usted que conoce los dos lugares, que le estructuran esos dos lugares, usted debe saber la diferencia sin pensar las diferencias como diferentes personas...hay quienes lo viven en términos de superior e inferior...cuando son tiempos diferentes, posiciones diferentes, no son comparables, no es cuestión de tamaño...como pasa cuando se piensa en hombre y mujer... buscamos la diferencia cualitativa en lugar de la diferencia significante...no son comparables...es injusto comparar a diferentes...comparar, parar con, es el verbo de la envidia...¿sabré algún día lo que es tomar posición de psicoanalista? Un día le escuche, a usted mismo, en una conferencia, que había tomado la decisión de hacerse psicoanalista para seguir su análisis...para que su análisis alcanzara una dimensión que no podría alcanzar de otra manera...era una respuesta a una pregunta...era una respuesta que mostraba...no hay que quedarse en las palabras dichas...estamos abiertos a las palabras por decir.
PSICOANALISTA: Le parece que podemos continuar la próxima
JORGE: ¡Ja,Ja! ...palabras por decir. Sí, gracias, doctor, continuamos la próxima.
Jorge caminaba sonriente y bastante rápido, había quedado con su amigo Alfredo para ir a una conferencia sobre lo digital en la empresa, y pensó "el psicoanálisis, aun para los que no lo saben, ha permitido al ser humano tolerar un bienestar material que de otra manera no toleraría, también nos hace saber que lo que no toleramos es el bienestar intelectual, que más bien produce enfermedad...y de manera silenciosa"

No hay comentarios:

Publicar un comentario