miércoles, 4 de marzo de 2009

SESIÓN TREINTA Y CINCO

JORGE: Saber que hay personas más grandes que yo me pone contento y no sé porqué, no es algo que le ocurra a todo el mundo, a la gente le gusta estar con iguales o con menores...
PSICOANALISTA: Tal vez está contento cuando piensa en ser más grande
JORGE: ¡Ah! Si no pensara que hay gente más grande sería que no me puedo pensar más grande...tal vez a la gente le gusta pensar que ha llegado...algunos piensan que en los primeros 20 años has desarrollado todo lo que eran cuando nacieron, se piensa que lo que no has aprendido hasta entonces, ya no lo puedes aprender. Son platónicos. Después de los 20 sólo queda envejecer.
PSICOANALISTA: Que sea desde siempre no asegura que sea para siempre
JORGE: Sí, tal vez sea un espejismo del deseo del inmortal que todos llevamos en nuestro corazón. El psicoanálisis me ha enseñado que la categoría trabajo es el motor de todas las cosas, no hay ser, se puede llegar a ser, lo cual también requiere un trabajo previo, y después está el mantenerse en ese estado del ser...no, no hay ser, hay permanecer, hay maneras de pensar el pensamiento, hay maneras de pensar el vivir, el amar...,es diferente pensar la vida que el vivir, pensar el amor que el amar, sería con implicación y sin implicación...pensar el amor, en sí mismo, el amor...el amor de los padres, el amor a los padres, suena como si fuera un ente, como si todos amáramos igual y todos nos amaran igual...como si existieran las almas gemelas...el amor de dos...si no amas el mundo en el que habitas, si no amas en general a los otros, no puedes amar a nadie...para que haya un amor entre dos, ambos tienen que estar en el mundo, ambos tienen que tener vida propia, sin embargo sacrificamos nuestra vida por una promesa de futuro...y realmente en el futuro...está la muerte
PSICOANALISTA: El futuro hay que hacerlo.
JORGE: Sí, entiendo, haciendo el futuro...algún día llegará la muerte
PSICOANALISTA: Algún día dejarás de hacer el futuro
JORGE: ¡Ah! Parece que tengo una relación con la muerte, como si fuera a llegar y me fuera a encontrar con ella..., y no es así, simplemente se deja de vivir...una vez escuché una entrevista que le hacían a François Mitterrand, cuando declaró su cáncer de próstata, y cuando le preguntaron si tenía miedo a morir, él dijo: si se tratara de miedo, lo que tengo es miedo a dejar de vivir. La muerte no como una mujer o como en una película de Ingmar Bergman donde la muerte era un hombre, creo que era en el Séptimo sello..., hace tiempo que no veo sus películas...en sus películas siempre está presente el final...el final..
PSICOANALISTA: ¿Hace tiempo que no piensa en el final de su análisis?
JORGE: Por lo que he escuchado, el análisis primero hay que hacerlo y haciéndolo llegará un momento en que dejará de hacerse...pero antes de esta sesión alguna vez pensaba qué sería de mí sin análisis...otras veces pensaba que había vivido 33 años sin análisis, que eso ya lo conocía..., ahora quiero saber qué será mi vida en psicoanálisis...estoy muy interesado en ello...pienso pasar el resto de mi vida en psicoánálisis...no quiero una buena vida sino una vida psicoanalizada, pasada por la palabra, engarzada entre palabras, quiero una vida humana...no una vida idealizada por los medios de comunicación o las filosofías o las ideologías...el final de mi análisis es como el final de mi vida...algo que nunca sabré...ni siquiera después de pasar...me ocuparé de mantener mi análisis, de mi análisis ya se ocupa usted ¿le parece bien?
PSICOANALISTA: Podemos continuar la próxima.
JORGE: Gracias, doctor.
Jorge había salido de la consulta muy contento, y cuando caminaba por la calle le asaltó un malestar y unas ganas de llorar que le llenaron de sorpresa, e inmediatamente pensó "la sorpresa mitiga mi malestar y las lágrimas que recuerdo son las que derramé frente al cuerpo de mi padre muerto...¡hoy es el aniversario de la muerte de mi padre!"

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