viernes, 3 de abril de 2009

SESIÓN CUARENTA Y CINCO

JORGE: Vivir en pensamientos caducados es vivir una vida caducada, yo no quiero eso para mí..., sé que no es fácil, sé que la inercia de los antiguos pensamientos, el haber gozado de ellos alguna vez, hace que en mí haya una tendencia a volver a ellos, algo que no se puede, como volver al pasado, pero que cada uno no cesa de no conseguir, la tendencia a gozar de un goce que alguna vez hubo para mí...
PSICOANALISTA: ¿Prefiere comenzar que continuar?
JORGE: Eso es así, comienzo a leer cualquier libro, científico o literario, con un entusiasmo que me desaparece en cuanto he atravesado la página 20. Ahí comienzo a aburrirme, literalmente, un aburrimiento que no sólo me hace dejar la lectura, a veces me lleva a dormir...recuerdo ese dicho, "cada vez que considero/ que me tengo que morir,/tiendo la capa en el suelo/ y no me harto de dormir." Tal vez desde que atravesé los 20, todo me parece aburrido..., eso que los 20, para mí, fue el comienzo de una vida "cuasi" feliz..., conocí el trabajo, el amor, la amistad, el arte, comencé a darme cuenta que la cultura tal cual era no era exactamente la cultura, tampoco la política era lo que circulaba entre los políticos de mi tiempo, me dí cuenta que la historia de la cultura era algo más, que los escritores no sólo eran los que salían en las revistas y en los periódicos, que los grandes políticos habían sido y eran pocos, y los actuales todavía no se sabía si llegarían a serlo. Eso de saber sólo después...
PSICOANALISTA: También hay cosas que nunca sabremos.
JORGE: Sí, nunca sabremos cuándo hemos muerto, claro..., si decimos que hay que esperar a que pase para saber..., sólo un inmortal podría saber cuándo ha muerto...a veces quiero saber cuándo voy a terminar el libro, cuando voy a decir a una mujer: "quiero vivir contigo, pase lo que pase"..., ese deseo de otra cosa se manifiesta como aburrimiento. No digo que soy un aburrido...sólo me aburro...me a-burro, me subo al burro del a, el a es el objeto causa del deseo...me aburro cuando busco la causa de mi deseo...mi deseo de leer, mi deseo de amar..., cuando entro en la búsqueda..., cuando me pregunto:¿cómo se hace? ¿qué tengo que hacer para leer...para que algo me guste y no me cueste hacerlo? ¡Siempre ahorrando lo que no tengo! Cuando nos preguntamos qué hacer, sólo es porque todavía no lo deseamos...sólo la repetición del goce funda el deseo...repito no leer y fundo el deseo de no leer, repito el goce de estudiar y fundo el deseo de estudiar...todo en el sujeto produce satisfacción..., hasta sufrir...y si no fuera así cómo se explica que la gente haga lo que hace, muchas cosas en contra de sí mismo..., a nadie le gusta fumar cuando comienza a hacerlo..., también la droga hace drogadictos por la repetición, no es el objeto en sí..., hay quien se enamora de quien tiene al lado..., en el colegio, en el trabajo, en la ciudad..., de tanto estar juntos...
PSICOANALISTA: Nunca hemos estado juntos
JORGE: Sí, doctor, ya sé que lo nuestro no es ninguna relación, no es nuestro, todo lo que pasa aquí es mío, porque es mi sesión...lo suyo pasará en su sesión...yo estoy enamorado de usted porque usted es una manifestación de mi inconsciente...usted es lo que yo le atribuyo..., es un signifiante al que supongo un saber..., mi saber...no mi saber sabido, sino mi saber no sabido, porque en mi análisis produzco un saber, el saber se produce cuando se lo atribuyo, no estaba antes...eso de que antes no había nada, eso de que no hay origen del origen..., antes de que un espermatozoide fecundara a un óvulo no había nada...después tampoco...en la semilla no está el árbol...aunque todo árbol proviene de una semilla, pero se necesita un montón de trabajo, condiciones del clima, estado de la tierra, etc...para que un árbol sea árbol...
PSICOANALISTA: Muchos trabajan y no todos consiguen lo mismo, muchos escriben y tampoco consiguen lo mismo, muchos se psicoanalizan y ...
JORGE: Sí, la energía es del deseo..., todos tenemos dos manos, una boca, el lenguaje, pero la forma de usarlo...la diferencia es la fuerza grupal, yo soy del grupo de los grandes arquitectos, imagino que usted es del grupo donde está Freud, Goethe, Marx, Lacan, Menassa, Lorca, Vallejo, etc... un grupo heterogéneo, de niveles diferentes..., cuando se piensa sólo un grupo homogéneo, no podemos encontrar compañeros de viaje, y si tienen que estar vivos menos todavía, todo depende del pensamiento que tengamos de las cuestiones...cualquiera diría que soy un soberbio...
PSICOANALISTA: Yo no soy cualquiera.
JORGE: Bueno, usted es un hombre culto..., tengo un amigo que ha comenzado a psicoanalizarse y piensa muy mal de su psicoanalista..., claro, es su manera de pensar..., cómo yo lo pienso a usted...es mi manera de pensar...parece que quiero ser un hombre culto, un hombre de mi tiempo...sí, la fuerza es grupal..., Maradona ha sido el mejor porque es un hombre culto, no sólo sabe de la cultura del fútbol, o del deporte en general, que también. Siempre que le escucho hablar, cuando le hacen una entrevista seria..., cuando le dejan hablar..., es muy culto, se ve en la manera de pensar el fútbol, no sólo sabe datos..., tiene criterio de pensamiento, piensa una jugada incluyendo en qué campo juega, en qué equipo y contra qué equipo ..., sabe quién es, dónde está y con quién está, y tiene en el pensamiento a todos los buenos jugadores de la historia y todas sus jugadas históricas, además de haber incorporado los significantes más relevantes de su tiempo...no quiero hacer un canto a Maradona...sino pensar de dónde viene la grandeza...cada uno se mantiene en una diferente grupalidad...esa es la fuerza individual.
PSICOANALISTA: Usted tiene a su psicoanalista en su grupalidad
JORGE: Si, también le tengo a usted, porque usted es más que mi psicoanalista, conozco sus libros, los he leído, tendría que leerlos más veces, estudiarlos...he aprendido a hacer lo que me interesa sin pretenderlo, sin proponérmelo, todo aquello que sea pre o pro...si lo hago, no lo contabilizo como hecho...
PSICOANALISTA: Podemos continuar la próxima.
JORGE: Gracias, hasta la próxima.
Jorge caminaba pensando "hoy no he pronunciado la palabra doctor para dirigirme a mi psicoanalista, ¿será porque he dejado de valorarlo como médico o porque he empezado a valorarlo como psicoanalista o será algo que sólo después sabré? Nada es lo que parece."

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